Día Internacional del Chocolate
El pasado 13 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Chocolate, en Panamá se sigue trabajando en la consolidación y reconocimiento del producto en los mercados internacionales. Con la producción de chocolates con sello 100% panameño y al mismo tiempo con la expansión de las zonas de cultivo de cacao ubicadas principalmente en en las áreas indígenas de Bocas del Toro y la Comarca Ngabe-Buglé, a las que se han sumado Colón, Darién y la comarca Guna Yala.
Diez años atrás la producción del chocolate panameño era casi inexistente, el 98% del cacao nacional era destinado a países como Suiza, Bélgica, Italia, Alemania, Honduras, España, Uruguay, Holanda y Sudáfrica. Hoy en día el panorama ha cambiado, tanto para los cacaocultores, como para los artesanos, los cuales se especializan en transformar y procesar este fruto; tal como lo hace la chocolatier Yoshiris Peña, quien es pionera en el impulso del chocolate y fundadora de Oro Moreno
Actualmente, las tendencias del mercado internacional son muy favorables para nichos especializados en cacao certificado y de comercio justo. En la última década se ha visto un incremento de un 15 a 20% en la demanda de cacao orgánico originada de los principales países importadores; en el país istmeño, pequeños productores cultivan alrededor de 7.000 hectáreas, que se traducen en un aproximado de 500 toneladas de cacao durante todo el año, siendo entre marzo y abril y noviembre y diciembre los meses de mayor cosecha, según informe del Ministerio de Desarrollo Agropecuario de Panamá (Mida).
A pesar de ello, es el país con menos crecimiento cacaotero de Centroamérica y el Caribe frente a Nicaragua y Perú. Sin embargo, mantiene la certificación de la Organización Internacional del Cacao (del 50% en calidad de productor de cacao fino y de aroma), convirtiéndose en un mercado interesante, con grandes ventajas competitivas, entre las cuales destacan las características del ambiente perfecto para el cultivo de cacao.
Los árboles del fruto crecen en ambientes tropicales, dentro de 15 a 20 grados de latitud del Ecuador. El clima ideal para su cultivo es caliente, lluvioso y tropical, con abundante vegetación para proporcionar sombra a las plantaciones; por lo que el suelo y el clima panameño son tierras fértiles para desarrollar exitosamente esta actividad agroindustrial.
Como parte del desarrollo comercial de este sector, y aunado a la creciente necesidad de convertir a este país en referencia chocolatera, han surgido diversos grupos de productores-agroindustriales que adquieren exclusivamente cacao istmeño para la elaboración de barras artesanales, bombonería fina, chocolate en polvo y otros derivados del fruto, como es el caso de Oro Moreno, marca pionera en rendir homenaje a los sabores Panameños.
Durante el proceso han nacido expertos y conocedores del cacao, Yoshiris Peña, fundadora del primer Laboratorio de Bombonería fina en Panamá, Oro Moreno, quien ha desarrollado a través de diversas habilidades, conocimientos y experiencias como chocolatier, para seleccionar la materia prima, combinarla con selectos ingredientes, y transformala en un “auténtico chocolate panameño”.
Luego de 8 años en el mercado, Oro Moreno sigue adquiriendo la totalidad de su cacao en el territorio caribeño de la provincia Bocas del Toro, lo que garantiza la producción de chocolates que saben Panamá, inspirados en su tierra, sus sabores, tradiciones e iconos que son parte de la identidad cultural .
En estos tiempos de pandemia surgen nuevos desafíos para los actores de la industria chocolatera, entre los cuales están: impulsar la transformación cultural del sector, expandir las oportunidades de exportación, incentivar el consumo de productos locales, fomentar el cultivo y mejoramiento de las zonas cacaoteras, además, agregar valor al proceso de secado del fruto que es donde se adquiere sus mejores característica y niveles de transformación.