LA ESENCIA DE LOUIS VUITTON
Las aventuras más hermosas no siempre se miden en kilómetros, pero a menudo en años, en lo qué y cómo uno se siente… Desde que Louis Vuitton se instaló primero en Asnières-sur-Seine en 1859, la propia Casa ha viajado, recordando lugares increíbles y apasionantes creaciones.
Desde su creación, la Casa de Louis Vuitton has sido impulsada por su deseo de explorar nuevos caminos y para acompañar a un mundo en constante cambio con sus creaciones emblemáticas. El atelier Asnières es el verdadero centro de la Casa y pone su alma en la creación de cada pedido especial. Todos los hijos de la familia aprendieron el arte de hacer baúles aquí, incluyendo a PatrickLouis Vuitton, que hoy en día, está a cargo de estos pedidos especiales.
Construcción de una estructura echa de madera de álamo, la aplicación de cemento, lienzos, lozine, perfiles metálicos y tornillos, malletage… Gestos eternos con una mágica inspiración. Director Artístico de las Colecciones Femeninas Nicolas Ghesquière, imaginó la Petite-Malle, como una manera de reinventar el baúl, símbolo absoluto de la Casa. Si algunos diseños son réplicas en miniaturas casi idénticos a los legendarios diseños de Albert Kahn, otros muestran un lúdico diseño contemporáneo diseñado en visón o cuero exótico.
De los diversos baúles creados en los ateliers de Asnières, algunos permanecen almacenados en áticos, mientras que otros todavía se muestran todos los días, exhibidos por sus dueños… Por suerte, la casa siempre ha disfrutado de la afición de coleccionar. Gaston-Louis Vuitton era un apasionado de los baúles históricos de todos los orígenes y por lo tanto tenía una colección importante por sus propios méritos. Todos los archivos de Louis Vuitton siempre están meticulosamente conservados para guardar objetos y documentos preciosos en las mejores condiciones posibles. Registros de clientes, registros de ventas, carteles y fotografías originales se mantienen en baúles, maletas, bolsas y colecciones listas para llevar. Este tesoro incluye 200,000 documentos (de los cuales 110 mil registros de clientes) y 23,000 objetos, entre los que Judith Clark ha recolectado a mano las diversas piezas importantes que se muestran en Asnières.